En esta edición en la que Iberflora cumple 50 años se ha intentado volver a una normalidad pre-pandemia, como afirman los organizadores, con bastantes visitantes y muchos expositores. Ha sido mi primera visita a la feria y sabía más o menos qué esperar. También sabía qué me interesaba, lo que podría encajar con mi interés en jardinería sostenible y así ampliar mis conocimientos y herramientas para respaldar aún más mi proyecto profesional.
Uno de los primeros stands que me llamó la atención fue de piscinas ecológicas y piscinas con aspecto natural que desarrollan Sol i Vent Paisatges SL con su estudiado proceso constructivo y materiales específicos. Además, con el comercial estuvimos charlando de la gran variedad de obras que ha desarrollado a lo largo de los años la empresa y su constante colaboración con arquitectos. ¿Qué son las piscinas ecológicas? Son piscinas cuyas aguas pasan por un sistema de depuración natural (filtros, plantas, etc.) en vez de usar productos químicos como el cloro. Es posible convertir una piscina convencional en natural y así ayudar a la conservación del medio ambiente.
El stand de Bioline AgroSciences mostraba los últimos avances de la empresa en biocontrol para ofrecer una solución biológica, natural, saludable y sostenible para distintos cultivos. El biocontrol consiste en introducir la fauna auxiliar, muchas veces enemigos naturales de las plagas que prevemos tener o ya tenemos en el jardín, huerto, vivero, etc. Algunos de estos insectos beneficiosos pueden ser introducidos antes de la aparición de la plaga (preventivas) y otros en cualquier etapa del ciclo vital de la plaga. Tienen un amplio catálogo con variedad de soluciones. Ofrecen distintos formatos como sobres, bolsas, tubos, tarjetas, etc. que van acorde a los distintos insectos y las características del cultivo correspondiente.
Otro producto que me fascinó es la maceta biodegradable de Xaxim pots, fabricada por residuos de la industria de la palmera y un aglutinante natural, cuyas fabricación y degradación no producen ningún daño al medio ambiente. La maceta es algo tosca, pero ligera y según las palabras de los representantes de la empresa, puede durar aprox.1 año al exterior o incluso más si la tenemos al interior. ¿Cómo funciona esta maceta tan particular? Al plantar, las raíces empiezan a penetrar poco a poco en las paredes gruesas de la maceta, mientras éstas se vayan degradando y aportando compost para enriquecer el sustrato. Cuando casi se haya deshecho la maceta, lo más probable es que también sea hora de trasplantar la planta, con lo que simplemente ponemos todo en una maceta más grande o en el jardín. Los restos de la maceta anterior funcionan como abono orgánico. Qué maravillosa idea de usar los productos naturales de manera circular, donde no hay residuos, porque todo es aprovechable!
¿Sabías que había abonos orgánicos aptos para veganos? LJ Linen de Latvia presentaba en Iberflora sus 3 productos fertilizantes orgánicos: 2 procedentes de subproductos animales procesados y 1 de sapropel (certificado por Vegan Society Trading). Los de origen animal son granulados y en distinta composición NPK según su uso y el abono vegano es en bolitas negras de sapropel, que es lodo oscuro orgánico en los fondos de los lagos, y contiene hasta un 85% de materia orgánica. Van en bolsas de 1kg y 5kg. Los representantes eran tan generosos en proporcionarme una muestra de Plant-i-Boost Natural que probaré muy pronto con mis plantas.
El último producto que quiero destacar son los bioestimulantes de Troop Garden. Los bioestimulantes son sustancias, que no son nutrientes ni mejoradores del suelo, contienen compuestos y microorganismos que activan el metabolismo de la planta, mejoran el aprovechamiento de los nutrientes o incrementan la resistencia de la planta a diferentes tipos de estrés. Las 3 gamas que ofrece Troop son para la Absorción (a base de hongo formador de micorrizas), para la Activación (a base de microorganismos rizosféricos) y NitroFix (a base de bacteria fijadora de nitrógeno del aire). El formato de venta son bolsas de 20g, 100g o más grandes, que contiene el polvo correspondiente que debe diluirse en agua (creo recordar en proporción 1/1.000) y regar la planta. Lo probaré ya que me regalaron varias muestras con sus productos.
Por supuesto, hubo otros productos muy interesantes como las líneas ecológicas de productos fitosanitarios, las macetas de doble fondo para gente que se olvida regar las plantas, los sistemas modulares de jardineras en azoteas o terrazas, los sistemas naturales a base de corcho para cubiertas ajardinadas... Mucha información para abrir los ojos y abrir la mente, ya que la transición hacia una jardinería más sostenible es más que posible.
Utilizar los residuos de distintas industrias para generar productos nuevos sin residuo; aprovechar la fauna auxiliar para reducir o combatir las plagas y así reducir el uso de insecticidas; aprovechar los microorganismos para estimular una mejor nutrición de las plantas reduciendo el uso de fertilizantes; y como no, aprovechar las capacidades de depuración natural para tener piscinas limpias sin tantos productos químicos. Agradezco enormemente el trato de todos los profesionales de estas marcas y los organizadores de Ibrerflora.
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